miércoles, 20 de abril de 2011

PORQUÉ de MI COLECCION

Me considero más un restaurador que un coleccionista, porque mi reto no es tanto la consecución de aparatos especialmente antiguos o de determinada época u origen, sino devolver a la vida, aparatos ya desahuciados y adquiridos a buen precio y es que pienso que todo coleccionista debería intervenir en los aparatos que forman su colección, no solo quitándoles el polvo y reparándolos someramente, sino devolviéndoles en lo posible, el aspecto y funciones que tenían cuando salieron de la cadena de montaje. En realidad, solo hay que pensar en como tratan sus piezas, los coleccionistas de coches antiguos a los que someten a verdaderas operaciones quirúrgicas para reponer o recrear su verdadero aspecto original incluso fabricando piezas obsoletas. Si ellos lo hacen, como no podemos hacerlo nosotros con nuestras radios. Así reflexioné un día a la vista de lo que empezaba a ser mi colección y decidí aplicar ese criterio a todos los aparatos. Con ello conseguí tres objetivos, resaltar la belleza intrínseca de los diseños del mueble, alargar su vida al poder eliminar de raíz los temidos parásitos de la madera y hacer que la vista interior del aparato resulte tan agradable para un técnico, como para un mecánico resulta levantar el capó de un Hispano Suiza restaurado. Para conseguir estos resultados, procedo a un desmontaje integral de todos los elementos que componen el aparato y el saneamiento, sustitución, o simulación de los defectuosos, llegando incluso a lavar los cables cuando son de tela, para reponerlos. El caso es que resulta especialmente reconfortante, la visión de todas las piezas relucientes sobre la mesa tal como si hubiésemos abierto un paquete con uno de los kits tan famosos en los años 50, a punto de empezar a montarlo.

Durante este proceso, aveces me llevo sorpresas como notas del montador, fechas, tarjetas de talleres de reparación ya inexistentes y al mismo tiempo sustituyo componentes no originales que se han ido colocando en las sucesivas reparaciones. También me permite el diseño del esquema a medida que voy desmontado y la detección de modificaciones posteriores, así como la busqueda del esquema original que incluyo en la tapa inferior del aparato como se hacia antiguamente o procedo a su archivo.

También es cierto que esta filosofía no es compartida por todos los coleccionistas como no lo son para muchos especialistas en arte antiguo, algunas intervenciones en obras famosas, pero si lo hacemos con cuidado respetando al máximo el espíritu del fabricante, nadie podrá negarme al menos que damos un valor añadido y una mayor duración a las piezas así tratadas.

Lo cierto es que con este criterio he conseguido mas de dos centenares de aparatos adquiridos a muy buen precio por su mal estado y de los que ahora nadie adivinaría su origen y que conforman mi colección.

Como en todos los trabajos, cada obra supone una lección y sin duda mis exigencias con los últimos aparatos restaurados, son mucho mayores que con los primeros. Solo espero poder contar con la colaboración de los compañeros para conseguir componentes y esquemas tanto como vosotros podéis contar conmigo.

Los nombres que uso para catalogar algunos de los aparatos sin marca o kits, veran que hacen referencia a personajes del Antiguo Egipto, otra de mis aficiónes, a los cuales rindo homenaje.

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